Rompes el silencio del amanecer
cuando la ciudad se sumerge
en profunda calma.
Sobre la gran mole de cemento
tus piés adivinan la rutina,
con piel curtida y soñoliento
cabizbajo caminas,
portando sobre tus callos
energias para el rendimiento.
Penetras en un mundo
de tinieblas,
marcas tu preséncia
en una ficha,
controlando paso a paso
tu pensamiento,
te anulan cerebral
aunque no física.
El sol se ocultó entre montañas
y tú oculto aún entre neblina,
de nuevo,satisfecho,oirás el canto
de la sirena que te atraen al tiburón...
Ahogarás en vino tu miséria,
los lamentos ahogados por un grito,
caldos de sudor y del olvido,
bienestar en vidrio de etiqueta.
Cerrando las puertas al desahogo
marcharás lentamente a la guarida,
tu descendéncia vive de los sueños
en risueña esperanza de la vida.
En un lecho de indiferéncia
insatisfecha te espera
aquella cual compañera
llenabas de deseo
y ahora...de paciencia.
Caes como soldado herido
en el campo donde plantas,
la fría noche te ha vencido,
pero antes que el día
te levantas.
Escrito dedicado a todos los "José Garcia",artífeces reales de los años 70 y 80 de la mal llamada sociedad del bienestar.
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